Aproximadamente el 30% de las mujeres que cumplen condena en el Estado español son extranjeras y pertenecen a grupos minoritarios. El porcentaje de inmigrantes femeninas reclusas en Cataluña ha aumentado mucho, por lo que su reinserción es más complicada debido a su perfil: situación ilegal y condenas más prolongadas, no tienen ningún proyecto familiar, ni un hogar para establecerse con independencia y autogestión, ni recursos
económicos para un alquiler y, normalmente, necesitan soporte terapéutico por: dependencia emocional, antecedentes de maltratos, toxicómana, crisis recurrentes y de larga duración. (Leganés, 2009, 29-30; Senra e Ibáñez, 2007, 230; Townhead, 2006, 3)
Aproximadamente el 75% del número de mujeres encarceladas del Estado español está concentrada en Andalucía, Madrid y Cataluña, el resto de mujeres encarceladas se encuentran en grupos más reducidos en otras comunidades. (Leganés, 2008, 7; Martín y de la Fuente, 2003, 9)
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